En la ceremonia interreligiosa participaron representantes del Consejo Nacional de Guías Espirituales (Amautas), y las Iglesias Católica, Metodista, Luterana, Bautista, Presbiteriana, el Ejército de Salvación, el Consejo Latinoamericano de Iglesias, el Círculo de Oración y el Instituto Superior Ecuménico de Teología. Luego de una qo’a dirigida por los amautas a la Pachamama y otros dioses, los representantes se unieron en una oración comunitaria y pidieron por las autoridades, por los niños y niñas trabajadores, por la lucha contra la corrupción, por la desaparición de la trata y tráfico de seres humanos, por el cese de violencia, por las familias, por lo hijos huérfanos de padres vivos que migraron. Juntos entonaron himnos y huayños en presencia del presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera, y otras autoridades.
En cuanto terminó la ceremonia, todos se trasladaron a la Catedral para participar del Te Deum. Los niños del coro del Instituto Laredo embellecieron el acto con su talento.
Monseñor Tito Solari hizo una reflexión sobre el significado de una verdadera revolución. Dijo que los pecados más grandes son el orgullo y la soberbia y que lo más difícil para una persona es despojarse de ambos para servir al prójimo.
La población rinde homenaje a la “Llajta”
El desfile cívico en homenaje al 202 aniversario de Cochabamba estuvo encabezado por los mandatarios de Estado, Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera. Participaron además autoridades del Ejecutivo, las presidentas de las cámaras de Senadores y Diputados, el presidente de la Brigada de Asambleístas de Cochabamba y otras autoridades del departamento.
Los municipios tuvieron un espacio protagónico en el evento, por ejemplo, Bolívar y Tapacarí que lucieron sus trajes originarios y enarbolaron wiphalas y la tricolor. Carros alegóricos también hicieron su ingreso como la representación de Arani que a su paso ofrecía pan al público y un enorme aro de pan a las autoridades. No faltaron instituciones públicas, privadas y militares que desfilaron por el paseo de El Prado.
Fuente: Opinion
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