HAM-C (17-01-13).- Los hermosos y fértiles valles de Cochabamba de antaño fueron el escenario propicio para la cosecha de los frutos de esta tierra bendecida, que hoy preserva tradiciones ancestrales.
El ambiente de fiesta y colorido se remonta a la época colonial, costumbre heredada de los españoles, cuya práctica europea fue transmitida por los romanos y venecianos de la antigüedad.
Tal y como afirma Gustavo Rodríguez Ostria: “Los españoles introdujeron dos manifestaciones del carnaval, la de las clases llamadas altas, celebradas en salones a la manera española, y el popular en las calles. Ambos se distinguían por el tipo de música, bailes y comidas. No es posible establecer desde cuando se celebra el carnaval en Cochabamba, probablemente, con intermitencias, desde el siglo XIV. Es seguro que para fines del siglo XVIII existía esta festividad, por entonces denominada “carnestolendas”, que duraba desde el domingo de tentación hasta el miércoles de ceniza. (Rodriguez s.f.)
Hace varias décadas atrás, en Cochabamba era sólo una tradición fundamentalmente del campo. Esta costumbre se efectuaba en honor de las bondades de la tierra y en celebración por el éxito de las labores agrícolas. En los pueblos las comparsas, compuestas sobre todo de mujeres, que llevaban vestidos coloridos y sombreros blancos, se disponían a darse paso por las plazas, entonando picarescos cantos al compás de los instrumentos.
Así los lunes se visitaban los barrios entonando los taquipayanakus, los martes era el gran día que despedían el carnaval, el día miércoles denominado “de ceniza” que era conducido por el llamado “arrepentimiento” de los excesos.
Hasta la década de 1960, las comparsas se reunían en los salones de baile, quienes bailaban al compás de la música popular latinoamericana, entre cumbias, baladas ritmos tropicales, como por ejemplo; Palito Ortega, Sandro, Yolly Land, Raul Lavie, Paco Amor, Cobian (Tanguito), Violeta Rivas, Micki Yhons, etc. Estas comparsas solían salir a las calles ya de manera menos frecuente. Los barrios de los alrededores de la ciudad conservaban la tradición de las melodías folklóricas propias del carnaval, taquipayanakus, coplas y contrapuntos, en tal resultado que reproducen de alguna manera la tradición campesina de los valles.
En la década de 1970, aparece el festejo del carnaval como lo conocemos hoy, con un recorrido establecido. Desde entonces y hasta estas fechas, las tradiciones y costumbres se han ido transformando en la medida que la modernidad ha conseguido reproducir cierta simbiosis con las identidades de otras regiones del país.
De tal manera que durante las actividades promovidas por la Oficialía Superior de Cultura de Cochabamba y el Departamento de Patrimonio y Servicios Culturales, se procura preservar la riqueza cultural de nuestras raíces andinas en consonancia con las tradiciones culturales de origen colonial.
Fuente: Departamento de Patrimonio y Servicios Culturales
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