Agruco (22-05-13).- Una de las consecuencias del sistema de producción agroindustrial, que la denominada revolución verde generó, fue el incremento del ataque de plagas y enfermedades en los cultivos, debido a las características de producción que priorizan la forma extensiva y monocultivada de los alimentos, además de no generar rotación y descanso de la Madre Tierra, modificando de esa forma los agro ecosistemas naturales y equilibrados, por tanto, se produce menor capacidad de reacción ante cualquier tipo de perturbación de ataque de plagas y riesgos climáticos.
Aunque, las denominadas plagas y enfermedades son categorías artificiales generadas por el sistema de producción agrícola convencional, desde el enfoque Agroecológico, en un agro ecosistema existen insectos benéficos y dañinos que permiten generar equilibrios y respetar la diversidad biocultural y la alimentación sana.
En ese entendido, el Centro Universitario Agruco, en sus diferentes programas y proyectos considera que el control de plagas para la producción de alimentos no debería ser la aplicación de recetas o paquetes para utilizar tecnología y agroquímicos que vayan en desmedro de la diversidad biocultural, mas al contrario, tiene que ver con la construcción de una cultura productiva que este fuertemente arraigada en los modos de producción y manejo de estrategias locales desarrolladas por las naciones indígenas originarias campesinas desde siglos, porque son más acordes con los ciclos naturales que tienen los ecosistemas de la Madre Tierra y respetan la diversidad biológica y cultural de los diferentes sistemas de vida.
Existen otras estrategias en el marco del enfoque agroecológico que el centro Agruco viene fortaleciendo a través del diálogo de saberes para hacer frente a la producción extensiva e intensiva con el uso de agroquímicos, como el trabajo sobre la fertilidad de los suelos, la diversificación productiva, la rotación y asociación de cultivos, el manejo de pisos ecológicos, el manejo sustentable del ganado y otros, que permitan mantener en equilibrio la población de insectos (benéficos y dañinos) para la obtención de alimentos diversos y sanos que garanticen la soberanía con seguridad alimentaria del Estado Plurinacional de Bolivia.
Fuente: Agruco
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