PO (10-04-13).- Fachadas viejas y descoloridas cobran vida con los pinceles de jóvenes artistas de la Bienal de Arte Urbano de Cochabamba (BAU). Después de dos años, este evento congrega a 18 artistas de Bolivia y el mundo para recuperar el valor histórico y patrimonial de la ciudad.
El popular “roba cholitas”, conocido en el valle como la bicicleta con parrilla para raptar a las mozas vallunas, así como el pacto de tejedoras de Jalq’a con el diablo son temas que se muestran en las paredes del denominado “Paseo de las Artes”.
“Queremos mostrar esa mitología que gira en torno a expertas tejedoras en Sucre”, expresa Patricia Aramayo que junto a su compañero Joaquín Cuevas de La Paz buscan el mejor espacio para su creación.
Naira Sandóval es otra artista que quiere mostrar a través de su obra, que la basura puede ser transformada en arte. Cientos de tapas coronas son dispuestas, una al lado de la otra, para dar forma a una mujer de pollera, cuyo manto de aguayo resalta la diversidad cultural y de pensamiento en Bolivia.
Otras temáticas de género, derechos, cultura y medio ambiente configuran la ciudad en un verdadero espacio artístico.
El recorrido del “Paseo de las Artes” inicia en la Coronilla, donde se encuentra la academia de música Man Césped, bajando por sus calles hacia el proyecto mARTadero, para luego pasar por uno de los primeros asentamientos poblacionales en la entonces Villa de Oropeza, y cerrar el pasaje del Q’ullku, lugar de bohemios, músicos y poetas.
Fuente: Opinion
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