LT (16-04-13).- Ante la destrucción de al menos 50 qollqas (silos) incaicas en las ruinas de Kenamari, que durante el incario sirvieron para almacenar maíz, la Gobernación ha solicitado a la Alcaldía de Colcapirhua que realice una evaluación de los asentamientos, que están ocupando una parte del sitio arqueológico. No se descarta la demolición de las viviendas ilegales.
El asambleísta departamental Marco Carrillo informó que, a través de la Dirección de Culturas de la Gobernación, se ha pedido que la Alcaldía de Colcapirhua identifique quiénes son los asentados, los que durante una inspección aseguraron que contaban con los títulos de propiedad.
Una comisión interinstitucional de la Gobernación constató, la pasada semana, que al menos 50 de las 900 qollqas de Kenamari fueron destruidas como consecuencia del fraccionamiento del terreno, para la construcción de viviendas.
A ello se suma que los principales vestigios de las qollqas —las bases de piedra de los silos— han sido destruidos y en algunos casos quemados.
De acuerdo con el informe de la Alcaldía de Colcapirhua, el municipio no autorizó ninguna de las construcciones que se pretenden emplazar en el lugar y menos aprobó los planos.
El asambleísta Carrillo informó que, de confirmarse que se tratan de construcciones irregulares, la Alcaldía de Colcapirhua deberá iniciar los trámites para la demolición de las casas ilegales.
Explicó que la comisión no está cuestionando los títulos agrarios de las comunidades de Kenamari, pero sí que se respete la zona patrimonial, de acuerdo con la normativa de 2006, que declaró a las ruinas “Patrimonio Arqueológico Nacional”.
Los pobladores que ocupan los terrenos de Kenamari expresaron que las tierras les fueron donadas por el Gobierno central.
En tanto, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) dijo, durante la inspección, que los terrenos aún no han sido saneados.
El arqueólogo y exdirector del Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), David Pereira, informó que el 95 por ciento de las bases de qollqas se mantienen intactas, desde el Inca Tupaj Yupanki, que hace 500 años decidió construir más de 3.600 silos en el valle bajo de Cochabamba y varios de ellos fueron rehabilitados por su hijo, el Inca Huayna Kapac.
Las qollqas de Kenamari eran parte de un complejo de almacenamiento. En Quillacollo, también se encuentran alrededor de 250 silos, que eran administrados por los incas, aunque tienen un diseño diferente.
Foto: Mijhail Freddy Calle Ruiz
Fuente: Los Tiempos
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