¡Andamos bien! Algo ocurre. Es ese milagro de la vida cuya profundidad paso desapercibida. No estamos acostumbrados a mirar el fondo. Siempre andamos por las ramas.
Por eso es importante detenernos para pensar, que está pasando. Que motiva a nuestro hermano Evo, a ese indiscutible líder de la paz y la justicia del mundo entero para decir: “¡Andamos bien!”.
Hemos esparcido varias semillas. Y donde la profundidad de este joven proceso, enriquecido por otras siembras, gestado en sueños anteriores, por otros soñadores, ideas, búsquedas, fracasos y triunfos.
Muchos corazones, muchas mentes, muchas fortalezas juntas y ahora la siembra comienza a dar fruto. Las plantas comienzan a brotar orgullosas buscando el sol.
Organizarse para hacerle frente a la vida, para vitalizar el proceso de cambio pasa del dicho al hecho.
Se fortalecen todas las organizaciones y esa fortaleza no es fruto de un remanso quieto, tiene la fuerza de la vida, hay tensiones. Lo que tiene vida siempre genera tensión. Actitudes, llamados al diálogo, paciencia para oír y ser oídos y lo que genero tensión al transformarse en diálogo, genera paz y encuentra caminos.
El Senado es un campo de muchas de esas siembras que como fruto genera leyes que marcan rutas que son como plantas de las que se espera un fruto delicioso: justicia, paz, seguridad.
Miremos el fondo, encontraremos la profundidad de la vida que hemos sembrado juntos, un fruto, ¡Basta una semilla de muestra!: El Código Procesal Civil. Propio. Nuestro. Cultivado, fue fecundado palabra por palabra, con el espíritu de nuestros ancestros, con nuestro modo de entender la justicia.
Donde las leyes no es sinónimo de opresión sino de libertad.
Tiene razón nuestro presidente cuando dice: “¡Andamos bien!”.
Rhina Aguirre Amézaga
Presidenta de la Comisión de Organización Territorial del Estado y Autonomías
Fuente: Boletin Camara de Senadores
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