El director del Sedag, Rubén Paichucama, precisó que de las 229 mil hectáreas cultivables en el departamento, 20 mil fueron afectadas por los fenómenos naturales. “De las 20 mil hectáreas, 12 mil corresponden al trópico; no se han perdido y nosotros hemos fortalecido su producción con fertilizantes, entonces, lo que tenía producir una tonelada ha producido 900 kilogramos”, explicó.
El Sedag considera que al ser mínimos los perjuicios de los fenómenos en la agricultura, no se ha registrado la escasez de ningún producto en los mercados y tampoco se ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria de las comunidades.
Paichucama dijo que si bien a nivel departamental se registró una afectación del 10 por ciento de los cultivos, la pérdida total es mínima, puede estar entre el 2 y 3 por ciento. “Lamentablemente el comerciante, el intermediario es el directo responsable de hacer subir los precios, el productor entrega su cosecha al mayorista y éste especula con el mal estado de los caminos y dice: no hay acceso a los caminos, ha llovido, no hay producción. Eso no es así; es mentira”, comentó el director.
El Sedag distribuyó en 2013, más de 400 toneladas de semillas y 300 de fertilizantes para los productores afectados por los fenómenos naturales, con el fin de que recuperen una buena parte de sus cosechas afectadas por diferentes fenémenos climáticos como riadas, nevadas y sequía.
Lluvias
El Sedag estableció que de las 655 hectáreas afectadas como consecuencia de las últimas lluvias en el valle alto, bajo y el cono sur, 500 corresponden a plantaciones de maíz y 155 a otros rubros como maní, frejol, papa y flores. “La pérdida de cultivos en este momento es mínima”, dijo Paichucama. Hasta ahora el recuento de los daños por desastres naturales estableció que 30 mil familias fueron afectadas y que 20 mil hectáreas de cultivos se dañaron esta gestión.
Fuente: Los Tiempos
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