Este proceso será acompañado por la empresa estatal de producción de semillas y la fábrica de fertilizantes orgánicos, que serán creadas este 2 de agosto, en ocasión del Día de la Revolución Productiva, Agraria y Comunitaria. Las semillas seleccionadas por el INIAF serán multiplicadas y puestas a disposición de los productores, una vez que sean validadas y certificadas.
Tito dijo a este medio que en una revisión y análisis realizados junto al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) sobre los productos más consumidos por la población boliviana, se seleccionó una serie de alimentos en el propósito de mejorar su rendimiento, entre los que se encuentran la papa, el trigo, la caña de azúcar, el maíz, la carne de pollo y algunas hortalizas.
De esa forma, en 2011, el INIAF liberó la papa Marcela que, a diferencia de otras variedades que tienen un rendimiento promedio de 5.5 toneladas por hectárea (ha), la nueva especie llega a producir hasta más 10 toneladas en el mismo espacio. Se determinó que el consumo per cápita de papa llega a 92 kilogramos (Kg).
El segundo rubro más consumido es la harina, tanto para la elaboración de pan como para fabricación de fideos u otros derivados, llegando el consumo anual per cápita a 47 kg. “Para nosotros es fundamental trabajar en trigo porque producimos el 40 por ciento (%) de la demanda interna, y el restante debemos importarlo pero no sabemos su procedencia, sí es transgénico o no”, dijo.
Siendo el trigo una de las necesidades inmediatas, Tito adelantó que el próximo año el INIAF liberará dos variedades de trigo especialmente empleadas para la elaboración de harina y que serán cultivadas en los valles de Tarija, aunque estas semillas pueden adaptarse también a los valles de Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, La Paz y Potosí.
De acuerdo a las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los niños menores de cinco años deben consumir por lo menos, 25 gramos de pan al día. “El pan junto con la gasolina son detonadores de la inflación, necesitamos trabajar en el tema del pan y el trigo”, subrayó Tito.
El año 2010, Bolivia sufrió el desabastecimiento de azúcar, por lo que el INIAF se propuso mejorar el rendimiento productivo de la caña. Actualmente, el consumo del azúcar procesado alcanza a 36 kg al año por habitante.
“El azúcar no es parte de la seguridad alimentaria, sino es un complemento. Estamos trabajando con dos nuevas variedades de caña de azúcar que serán lanzadas en 2013 para que el rendimiento nacional que llega a 40 toneladas por hectárea, alcance hasta 60 toneladas”, afirmó.
Sin embargo, señaló que los indicadores en el país, muestran que la producción actual cubre la demanda total de azúcar, y muestra de ello es que hay excedentes que se están exportando, pero que es necesario introducir en la dieta de la población otros productos endulzantes alternativos como la estevia, la miel o la remolacha azucarera.
En cuanto al pollo dijo que es la carne más consumida a nivel nacional, llegando el promedio per cápita anual a 29 kilos. Se requiere producir 240 millones de pollos anualmente, pero existe un déficit de 30 millones.
“El pollo se alimenta de maíz, por tanto necesitamos fomentar la producción de maíz, y hemos encontrado zonas aptas en el Chaco, donde liberaremos en junio de 2013 un maíz híbrido que podría encontrar rendimientos de hasta cinco a seis veces más del normal”, señaló.
Tito dijo que se trata de contrarrestar la semilla y el maíz transgénico que se importa, con el maíz híbrido. “El transgénico es la adulteración de una especie vegetal a la que se introduce un gen animal de insecto, animal u hombre para aumentar su resistencia a las plagas, en cambio, el híbrido es la mejora natural, es la modificación de la especie vegetal con otro vegetal para que de manera natural pueda ser más resistente”, explicó.
La cebolla es otro de los productos altamente consumidos, se estima que el promedio per cápita anual llega a 9 kilos. El INIAF desarrolló una variedad globosa con rendimiento de tres a cuatro veces mayor a las tradicionales, la cual no fomenta la emisión de gases tóxicos. Esta variedad también será liberada el próximo año.
Fuente: PIEB
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